¿Qué hacer? ¿Qué sentir? ¿Qué vivir?
¿Qué llorar? ¿Qué reír? ¿Qué soñar?
Si a veces siento que incluso mi alma me abandona,
Y no me perdona ni el sol que llega por las mañanas.
No entiendo porque sigo caminando,
Si las espinas me lastiman tanto los pies,
Y mi sangre, marca huellas por mi mundo
Impidiéndome olvidar lo que he pasado.
Y no miento si digo que sigo excavando en la vida,
Buscando razones que amortigüen mis caídas,
Buscando bastiones para poder seguir orando,
Pero el desierto es extenso, y mis fuerzas me dejan.
PD: anoche llovió, una vez más, pero solo en mi habitación.
Lemos Maximiliano Daniel.
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