Amigo, qué podría decirte para
poder consolarte...
a veces no encuentro las palabras
para adherirme a las tristeza
de mis amigos.
Solo puedo decirte,
que la enfermedad de tu madre,
me apena profundamente.
Es como si estuviese viva la mía,
y padeciendo lo que ella padece.
Antes de fallecer la mía,
mucho padeció mi querido ser
que me otorgó la vida.
Cuando uno muy enfermo está,
como ella, tu madre,
y no se pueden adquirir los
los elementos para su recuperación,
es triste y doloroso.
Si yo pudiese económicamente ayudarte...
pero no puedo hacerlo, porque
no poseo dinero para paliar
el alto costo que tiene lo que
podría salvar por un largo
tiempo su vida, extenderla...
ella ya es muy mayor,
pero aún podría solucionarse
su enfermedad.
Es que tan altos costo
sale una medicación, una prótesis...
que a veces es imposible adquirirla.
Pero pienso que el gobierno
podría hacer algo para poder
adquirir ese elemento
que extendería su vida...
Una gran e intensa pena
por lo que te sucede,
amigo mío.
Es el ser que te dio la vida,
eres un hombre de bien,
un buen amigo,
luchador y trabajador...
y ansías la recuperación de tu madre...
agrego a tus virtudes y sentimientos,
esa gran devoción y amor
que le dispensas a tu adorada madre.
Si yo pudiese... pero a veces por más
buenas intenciones que uno tenga,
en lo que se refiere a lo económico,
no se puede lograr ayudar.
Y siento mucha pena y aflicción
no poder hacerlo...
Te deseo toda la suerte
que puedas lograr...
como la tuya, mi alma
está triste y apenada.
El hombre que podría realizarlo,
es probable lo haga.
Dejemos a la voluntad
de los que pueden...
Dios nos acompañe
en tus deseos, los míos,
y todas las amistades que tienes.
Rezaré por ella.
Te quiero mucho fraternalmente,
amigo del alma.
Todos los derechos reservados del autor ( Hugo Emilio Ocanto - 16/07/2013)