Quería felicitarte por tu cumpleaños, quería un abrazo fuerte darte, quería devolverte a la vida en su plenitud, que tan corta ha quedado. Quería ser Dios y con mis manos levantarte de tu lecho del hospital.- Dar a tus ojos el brillo de alegría y curiosidad, que siempre has tenido. Quería ser salud, te la regalaba, quería ser el poder que manda en la vida, quería que tus bracitos cogieran fuerza y abrazaran a tus entes queridos, que te guardan día y noche en tu dormir, sin certidumbres de que despiertes.
Tanta maldad por el mundo, tanta guerra y mentira, tanta ganancia, tanta muerte sin ser necesario. Personas malas, crudas, que por sed de poder y en nombre de nada, siembran destruición y dolor. Esos, sí pueden morir, pero inocentes y dulces creaturas, no.
Entristecida, sin poder hacer nada, te regalo un ramito de rosas blancas, que junto a ti en pensamiento las pongo de espacio e sin ruido junto a ti. l Que no sufras, que no sientas el llanto triste e silencioso de los tuyos, lucha, con todas tus fuerzas y vuelve para nosotros. Lo deseo si es para tu bien.
Un beso, un abrazo, un inmenso te quiero, con esperanza que mejores.
Tu amiga, tu lejana tía, pide a Dios, que te devuelva salud, felicidad y que más tarde te pueda abrazar con ternura.
Oporto, 16 de julio de 2013
Carminha