Nunca me sugirieron el núcleo:
me ahuyentaron amenazándome
siendo niño temeroso,
adolescente retraído,
adulto en la distancia
de la mayoritaria cercanía.
Aprendí de la arcada de mis errores
y me distraje en el metal áurico
hirviendo paralelo a mis venas.
Mi alrededor babilónico,
turbador, pero tan predecible,
quedó como arrebol de la tramoya.
Kabalcanty©2013
(Fotografía de Adrián Caldera)