Durmiéronse los sueños
al son de aquel murmullo
mecidos en su arrullo
cayeron sus empeños.
Ahora eran pequeños
anhelos ya pasados
proyectos postergados
lejanos pensamientos;
pasión y sentimientos
en sueños arropados...
Yaciendo están callados
clamores prominentes
tan laxos e imponentes
parecen agotados;
son gritos relajados
átonos del presente
que en latir insistente
con fervor potenciado;
tañen sentir anclado
en alma trascendente.
El tiempo irrelevante
carece de sentido
mecido por latido
de pálpito constante;
compás alucinante
plagado de razones
acusan intensiones
voluntades sentidas;
urgencias requeridas
dilatan percepciones.
Fracciones del consciente
perfilan el paisaje
acoplando el bagaje
al estado inconsciente;
disfrazase el ambiente
con suceso palpable
acepción razonable
de inaudito escenario;
que avala de ordinario
lo que es imponderable.
Bañados de esta esencia
los sueños relajados
pululan fascinados
gozando la experiencia;
su lapsus de existencia
fugaz o prolongado
será determinado
de acuerdo a su extracción;
está a la convicción
su futuro ligado.
Soñar es al humano
motivo de ilusión
horizonte en visión
estímulo en lo sano;
mas el soñar es vano
sin determinación
que conduzca a la acción
en el plano consciente;
soñar es ser valiente
y actuar con convicción.
Murmullo son los sueños
de urgencias en el alma
donde el esfuerzo empalma
derroteros pequeños;
canalizando empeños
aumenta la esperanza
forjando con templanza
autónoma campaña;
gestada en propia hazaña
en voluntad se afianza.
Así el Ser evidencia
real naturaleza
dotando de riqueza
su inédita existencia;
su voz es cual sentencia
de sueños forjadora
que exhibe sin demora
demandas en el pecho;
de lo que tú estás hecho
comprenderás ahora.