Yo no me considero, aunque me gustaría,
Un poeta perfecto en pos de la armonía;
Soy humilde artesano de palabras y razones
Donde mis sentimientos pulidos con verdad
Brotan simples, austeros, con leal sinceridad
Para los que procuran luz para sus acciones.
Solamente yo digo mi pensar con franqueza
Sin exigirme adornos ni una vana belleza;
Amo la honestidad, misterios desvelar,
Entender del espacio o del tiempo severo
Los porqués de la vida, de los vanos te quiero,
Respuestas que te ayuden a poder continuar.
No te quedes amigo con las palabras vanas,
Busca en todas las líneas las verdades arcanas
Que en secreto te digo con la simbología:
Esa frase sencilla, esa imagen punzante,
La trivial melodía o ese ritmo constante
Pueden ser el motor de tu sabiduría.
Yo destruyo espejismos, muestro la falsedad
De los avaros cínicos que hablan con maldad;
Magnifico a ese Ser que está en nuestro interior
Guíandonos en silencio con nobleza y ternura
Hacia la nívea cima, hacia la inmensa altura
Donde brilla suprema la fuerza del amor…