Me siento así.
Como golondrinas que van dejando el nido,
así mi corazón intenta dejar a un lado los recuerdos.
Recuerdos que como cristales incandescentes
han dejado en mi la huella intensa de un adiós antisipado;
de una infinita y no querida despedida, tornada de lágrimas y rezos.
Cada día es un comienzo,un despertar, que se me hace antojadizo
pues no se aún si deseo estar en él o solo dejarme llevar
por el instinto natural de vivir.
Como hoja al viento se siente mi alma, un poco desechada
por el designio de un destino que no se quien ha marcado,
pues mis pasos no han sido desatinados ,ni mi Amor en vano.
Mis rezos surcaron el cielo y volvieron a mi,
como un eco suave acariciando mi corazón,
que necesita de un abrazo ancestral...
donde todos los que me aman estén en él.
Me siento a esperar en la larga fila del tiempo
porque sé que una mañana despertaré a un nuevo día,
donde la mirada en el espejo me sonreira otra vez.
Teresa Suárez.
14/07/13