No me haces daño
con tus falsos amoríos,
pues son la causa de tus desvaríos.
Recorriendo vais por el portal
tu pregón de dulce nereida,
que a el, ayer lo quise,
que a ti hoy tal vez,
por arriba dulce sirena,
por debajo, escamado pez.
Exiges lo que no mereces,
finges lo que no puedes dar,
y con simulada magia,
crees todo poder solucionar.
Morirás creyendo que al amor,
a tus antojos gobernaras,
y solo la amarga cera, tu boca besará.
Y entre falsos sueños se escurrirá,
la miel del que te amaba de verdad.
No quieres resignarte
a morir en soledad,
Todas las puertas del querer,
tocando vas....
Ofreciendo oportunidades
sin ver que cerradas están,
y sin haber tocado,
a la del que te amo de verdad.
Pobre de ti, pitonisa del amor,
a todos con gracia puedes adivinar,
ojalá que algún día, cuentas te puedas dar,
quien fue el que te amo de verdad.
Entonces ese día, tu alma a rosas olerá
tu corazón rojo se pondrá.
y un suspiro… Tu boca dejará escapar,
susurrando el nombre, de quien te amo de verdad.
L.M