"La música clásica es uno de las mejores cosas que le han ocurrido a la humanidad. Si le inculcan a uno el gusto por ella de manera adecuada, se convierte en una amiga para toda la vida." Añadas sugieren y en mi casa recitan, es el clavel rojo que hoy ha principiado, humilde la flor que mi madre entre sus manos engomó, invariablemente entre los lienzos de vuestro amor. Es el clavel rojo que vos adoptó con devoción en vuestro corazón, en paliativo a los años de vuestra pasión, con beldad, la vuestra el distintivo, como Geisha madre de un exiguo clavel. De las melodías sos la más refulgente, al ser vuestra dicción la incipiente consonancia auscultada, misma que acompaña en mi composición a la vida, a mis pasos la enseñanza de mi agraciada dama. Si, a mis manos observo, siempre una veta de estrella aspiro notar una pequeña, tan solo, que revele que soy de vuestro lucero. Encumbrarme a besaros la mano, para corresponderos por la savia haberme dado, si bien, de ella solo descubra un suspiro, en plétora ataujía que germina caricia. Es mi palpitar de providencias que dilatan en calor la tierra, con esplendor a candela de noche, vigilante y constelada, emblema de mis academias.
Clavel Rojo
Yo-Yo Ma, maestro y vigía musical
A mi madre en gratitud por mi nacimiento
© Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados