Mis pétalos caídos en sueños perdidos
Reclaman ser recogidos,
Cada uno un dulce roce de feminidad
Arrancado por aquellos que no saben valorar,
La ternura de mujer, la delicada tez del clavel.
Abrazo protector y susurros de caricias
Que no encuentran un receptor,
Escondidos en el alma
Ocultan su necesidad de amor.
Tristezas cargadas en temores de opresión,
De rechazo, burla, incomprensión, decepción
¡Cuán amargo me ha sabido el amor!
Como rosa solamente te puedo comparar
Tierna alma de mujer,
Pues tienes espinas para defender
Tus delicados pétalos de quien no te sabe querer.
Tengo la seguridad que el Ser Supremo
Sí sabe escuchar
Los chillidos de esta alma que se muere por amar,
Ya pondrá quien la sepa cuidar
Y saborear sin manosear su dignidad.
Mientras tanto,
Que aprenda a amar en la soledad
Como exótica flor y valiosa prenda
Hasta que la puedan encontrar
¡¿Si es que ese día llegará?!
Anciano y tierno maestro de caridad,
En tus ojos mi alma encuentra donde reposar
No será que es hacia ti que debo mirar…
Tal y como tu me has observado
Desde tiempo atrás.