Amor de otoño
Ya los dorados del otoño
se traslucen en mi piel
siendo sólo pinceladas
todas repletas de luz.
Un día cualquiera sin fecha
elevé la mirada al cielo
y pensé que cabalgaba
sobre nubes de algodón.
En ese ensueño… ¡te ví!
tus sienes teñidas de nieve,
ya con andar cansado
tus pupilas en las mías…
Siento tu abrazo…, y tus labios
rozan con tibieza los míos,
reverdeciendo amores
de esa juventud lejana.
Cálidas sensaciones…
¿Dónde estabas tantos años?
te aguardé, te añoré…,
tú sonríes…, ¡yo también!
Y desde aquella nube blanca
un pequeñuelo reía…
con su arco, con sus flechas…
¡Bienvenido amor de otoño!.
maria_dg