En la soledad y en la nostalgia,
Entre volátil humo y licor,
Busco olvidar aquellas heridas
Que sangraban en mi corazón.
No pensaba, sólo me reía,
Entre lo absurdo de la rudeza,
Donde fluían locas palabras:
Torpes y burdas, frías y secas.
Llegó la noche, torné a mi casa,
Caí en el lecho con pesadez;
Mojé mi almohada, lloré en silencio
Porque no pude olvidar tu ayer.
Inmensa obsesión, que no me dejas,
Me estás matando sin compasión;
Este recuerdo es mortal veneno
De una serpiente llamada amor…