La canción, amor
con la que te alegraste,
cada día la escucho sin oírle.
Bate siempre mi silencio
acongojándolo, otrora, satisfaciéndolo
como en la misma noche en que se fragmentaba
línea a línea, amor, en el arpegio de tu cuerpo.
La armonía dispersa
en las ondas de un aire imaginario
donde tu voz existe, también
resurge nueva contigo en cada signo.
Masaya02-02-2013