Durante mucho tiempo
Anduve perdida entre sombras y sueños rotos
Añorando recuerdos felices
Y recibiendo tan solo
Una o dos falsas sonrisas.
En ese camino de la vida
En donde solo la muerte es compañía
En ese sendero
De falsos amigos
Y verdaderos sueños.
En donde los arboles sin hojas
Adornan muchas alegrías rotas.
En donde los cuervos de ojos profundos
Residen en soledad
Deseando los colores del colibrí.
Pero, al final del sendero,
Solo yace el diamante de los cielos
Dispuesto a dejar a un lado
Penas y angustias
Para convertirlas en demonios de la guarda