Cierra los ojos...Deja que al tocarte,
se te incendie la piel con cada beso,
que te envuelva mi amor con su embeleso,
y sientas mi locura al abrazarte...
Ten la fiebre que anhelo contagiarte,
descubre la prisión, en que estoy preso;
y déjate arrastrar por el exceso
y delirio feroz de tanto amarte...
Arde conmigo en la perenne hoguera,
con que esta sinrazón quema mi vida,
cada vez que me acerco hasta tu vera.
Y deja que presienta tu venida,
si tu flor, restañando mis heridas,
ha cambiado mi invierno en primaveras...