lorenzo salamanca garcia

Sonrisa en tu alma derrotada

Llevaba tiempo soñando contigo

y la otra noche me desperté

sobresaltado,

creyendo que te habías ido.

Me lave

y el agua fría acarició mi tez

susurrándome

al oído:

“soy yo, estoy contigo”.

 

Cuando amaneció

dejé mi nido;

caminé despacio

para no errar el camino.

 

Me esperabas donde siempre,

en el rincón que no anochece,

varios cruces

más allá de la primera vez.

Supe quién eras

al dibujar la sonrisa

en tu alma derrotada.

 

Envejecimos

como niños;

muriendo al desengaño

sin dejar de ser los mismos.