lorenzo salamanca garcia

RETOÑAR EN CANTABRIA.-

La tórrida Castilla erige

estatuas a la sombra

que el mar de Cantabria convierte

en cantos rodados

con sabor a sal.

 

Recién llegados,

con la maleta llena de despistes,

se vistieron con sueños de colores.

No importa perder la línea  con los años

si avanzamos al cielo por estos atajos,

cual nuevos marqueses.

 

De regreso

alimentan su memoria

de instantes de ardor,

acompasados con melodías suaves,

sin televisión.