Kabalcanty

El atardecer del domingo....

El atardecer del domingo es una desesperanza

que amustia los pétalos del viernes.

La calle es un ruido añejo tras la ventana

que va tomando los faros de los coches

como un goteo transitorio y desbordado

que acabará estéril y yerto esperma

entre las uñas de cualquier lunes.

El rumor que crece sobre los hombros

es la soledad satisfecha en la casa,

el silencio que convive muebles y lámparas

y se desfoga al desplome vespertino

hiriendo la esquina más intacta,

la preferida, la inverosímil, la ardua,

el último abalorio del tallo.

 

Inconmovible amanecerá lunes,

y la calle, y el tallo, y el rumor, y la casa,

y los pétalos, y todas y cada una

de las esperanzas.

 

Kabalcanty©2012