El león prometió un zarpaso
No lo hizo,
Fue suficiente cambiar el rumbo
Sobre la sombra se escurre la luz
Va quedando nada de la mirada
Roto el encandilamiento,
El tiempo se pasea por el cuarto
Lo delata, silencia su inmovilidad
El poeta busca palabras en el diccionario
Revuelve las explicaciones de su día
No comprende, el poeta no comprende
Ya es de noche
Un espejo cuela su figura desde el baño
Transparencias de una fuga de otro tiempo
En un borbollón de vapor
El poeta recupera las imágenes
Hace eternos los deseos, llama a la puerta
Recibe el Mesías y entra al oráculo
Está solo, con la creación a cuestas
Lo sigue su sombra, a poco lo alcanza
Apura el paso, en la mano lleva otra poesía
Tiene ganas, aun está vivo
Desea, tiene un virtuoso dolor en el pecho
Gira en su zapato derecho, la ve
Es ella, esta vestida con botas largas
Es un terciopelo, si de color esperanza
Van al encuentro de sus almas,
No tiene nada que perder, lo tiene todo
Sin tener ya casi nada
Se anima, besa sus manos y
Sensatamente la abraza