Maria Hodunok.

***RENACER***

Mi alma entró a un círculo de extrema oscuridad,

poco a poco, quiere salir de mi cuerpo sin piedad,

como la semilla, que, ya cansada, cae de árbol añejo,

sobre un suelo árido y frío, sin luz, sin calor ni reflejo.

 

La semilla, como mi alma, se están dejando morir,

cansadas de la monotonía de estar, sin vivir,

sin esa pasión que antes bastaba a su boca,

sin poder volar, en busca de aventuras locas.

 

Se fue el sol, se fue el agua y el calor,

ya no siente en ella, ni delirio, ni dolor.

Y cuando piensa que ya todo está perdido,

llega a su lado un tímido y húmedo rocío.

 

La semilla, sin darse cuenta, se va mojando,

y sus muertos sueños, poco a poco están despertando,

una pequeña hojita verde brota de sus entrañas,

estirándose hacia arriba, hacia donde el sol la baña.

 

Se estremece de emoción, al ver ese intenso fulgor,

que revive su cuerpo, que a su alma llena de calor,

otra hojita sale y otra más, al ver esa dorada inmensidad,

que de pronto reverdece en ella, el deseo de amar.

 

Así mi alma, como esa semillita tan humilde y seca,

te encontro a tí, inmenso y refulgente, enorme poeta,

y despertó de ese largo letargo que no la dejaba vivir,

para, nuevamente, con tu luz, volver a escribir.

 

MARIA HODUNOK.