Celos de amarte,
celos que vuelan
despacio, cuando
se instalan en mente.
Celos no saben
que en el tiempo envejecen,
cuando es ilusión
en verdad de amor,
desaparecido en instantes.
Celos no existen
cuando el amor es juventud
en vida lactante,
y de cada riego de amarte,
su semilla renace,
en la huella que esparce.
Celos no viven
cuando el amor respira,
su refugio seguro,
como pájaro en su nido,
deposita sus huevos,
aun sabiendo del peligro que acecha,
cada momento de vida.
Celos no saben
que el amor verdadero,
protege de todo alrededor,
y de todo pasajero
indigente de amor...
Autora: Lucia Pastor
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