Frente al horizonte
de mirada perdida en su linea imaginaria,
hilaba sueños de primavera
tejiendo colores de tarde para vestirse de sus noches.
No recuerdo verla sonreír,
aunque era verano vivía
en sonatas de invierno con nostalgia de otoño.
¡AHÍ VA LA HIJA DE NADIE!
Huérfana de dolientes sin que nadie la socorre,
fumando nubes, ventanas de ensueños
y murmullos con la arena.
¡HIJA DEL VIENTO!
En silencio te volviste sal lamida por la novia de Océano
y en sus capas de burbujas,
alfombras jabonosas encontraste hogar.
Te anidaste en mitos, cantos de sirenas,
bailando al Va y vén movimientos de olas.
¡Hija de nadie!
¡Hija del viento!
Eres leyenda,
canción inmortal de labios extraños,
acompañante, solitario marinero y sonrisa de estrellas.