Te entregué la llave de mi alma
porque me enamoró tu corazón,
todo lo que en tí encontraba
me alimentó la razón.
Fueron tus dulces palabras
un regalo que me dio Dios,
fueron tus tiernas miradas
las que emocionaron mi pasión.
Te dí la llave de mi alma
envuelta con mi amor,
fueron tus dedos una caricia
que despertó mi corazón.
Y ahora que te amo tanto
tengo miedo a perder,
todo lo que en ti he logrado
al empezarme a querer.
YOLANDA BARRY.