auzie

De todos y de nadie

Ardua labor que realizas sin nada pedir a cambio.

Solo se posa ahí, inmóvil para que todos la contemplen.

Crece su leyenda con cada ojo que contenmpla mudo su

brillante grito, grito que embelesa al mas audaz corazón.

Hasta el más férreo corazón llora ante la promesa de

sus pálidos y frios centellos. Gozas por la vanagloria

de los que suspirando imploran tu audiencia, como

oráculo de las ánimas que surcan el universo a tus pies.

Escuchas atenta el lamento del desvariado, eres monumento

de quien ha alcanzado su hermoso sueño, pero también

eres conspiradora de quien su vida se malogra por

tus promesas incumplidas. Testigo del lamento mudo

eres sin duda. Ostentosa te regodeas entre las más

hermosas eminencias de la noche. La reina del carnaval

nocturno eres sin duda. Todos te admiran, todos desean

guardar tus destellos de gloria y sin embargo a nadie te das.

Eres de todos, pero a nadie te entregas. Envidia de todas, tentación

del misántropo y desposeido. Luz de la noche para el viajero desvariado.

Inspiración y musa del poeta que receloso medita en tu esplendoroso cuerpo.

Y sin embargo nada haces, solo permaneces ahí, flotando, como inmóvil, faro.