Cerquita de la mar he nacido.
Cerquita de un gran río crecí,
y espero que el final de mis días
sea cerquita de donde mi infancia viví.
Quisiera que me acompañasen
en mi último sueño
el murmullo de las olas
y el rumor del río,
por eso donde se juntan las dos aguas
deseo expirar para en ellas
depositar mis últimos suspiros.
Quisiera por última vez
sentir bajo mis pies
el verdor de los campos
adornados por fragantes lirios
matizados con gotitas de rocío.
Quisiera antes de irme a mi nueva morada
pisar la fina arena de mi amada playa
en una noche estrellada
de calma serena
y de Luna plateada.
Quisiera que los rayos solares
diesen luz a mi adiós.
Quisiera que el Sol
calentase mi despedida
para no sentir el frío de la noche
donde para la eternidad
me quedaré dormida.
Quisiera que mi alma estuviese
serena en la hora de la despida
para brindar a mi hija
un placido y sosegado adiós
para que siempre que me recuerde
esboce una sonrisa
por saber que su madre
siempre le velará
y se fue con la alegría
de haber vivido rebosante de amor
y con la conciencia tranquila.
Me sentiría dichosa
pese a mi pronta ida
si tu mi amor, me abrigas
con tu cuerpo en la noche fría.
No me iría de este mundo triste,
si entrelazas tus manos a las mías,
para no sentirme sola
a la hora de mi despedida.
Todo esto deseo
para el final de mis días
aunque parezca contradictorio
son los sentimientos
que mi alma abriga.
Autora: Escapitina- Luisa Lestón Celorio
Registrado- Tomo- CON MI PLUMA EN RISTRE.