¿Qué podrá entonces al amor vencer?,
¿La espera necesaria de lo incierto?
¿La arena insoportable del desierto?,
¿La niebla que el día hace oscurecer?
¿Qué hará que su llama deje de arder?
¿Los vientos impetuosos en sü huerto?
¿Las olas que amenazan a su puerto?
¿o el hielo de la ausencia dë un ser?
Si aún multiplicarense los vientos,
las olas, las arenas por cientos,
sï hubiese un adiós definitivo,
Los corazones en amor renacen,
aunque los días sólo grises pasen,
el amor nunca pierde su atractivo.