Todos pensamos que tenemos la verdad de nuestro lado, esto nos pone en la maravillosa posición de poder juzgar a los demás, ¿verdad? Nos creemos con el derecho de poder llegar a conclusiones y de actuar solamente basados en lo que creemos o percibimos de la realidad a nuestro alrededor. Nos sentimos dioses encargados de proteger la creación y nos vemos en la necesidad de actuar, de vernos involucrados de alguna manera en las vidas de los demás, a veces sin sopesar lo que esto puede traer a nuestras propias vidas. Pocas veces nos ponemos a pensar que sucesos en las vidas de otros los llevan a actuar como actúan, de pensar como piensan, tomamos como nuestras las decisiones y les ponemos etiquetas. Hasta perdemos la compasión o la recuperamos basados en esas etiquetas.
Sin embargo en muy pocas ocasiones nos ponemos realmente en lugar de los otros, o nos ponemos a pensar en los motivos reales que tienen esas personas para actuar o pensar de determinada forma. Ponernos en sus zapatos, caminar sus caminos antes de etiquetarlos. ¿ Acaso es tan difícil ? no debería serlo, a todos nos pasa lo mismo. Todos tenemos que pasar básicamente por los mismos problemas o por las mismas necesidades y siempre el desenlace de cada situación va ser diferente al del vecino, al del familiar o al del amigo. ¿Acaso las cosas no salen mejor cuando tenemos un poco de mas información?
Procuramos de tener la mayor información posible a la hora de comprar un auto ¿ no es así ? Pues así es cuando se trata de evaluar a los demás, no se trata de las cosas que hacen si no de lo que lleva a una persona a actuar de determinada forma, no se trata de etiquetar si no de ponerse en el lugar de esa persona de tener toda la información posible para entenderlo y poder ayudarlo sin juzgarlo sin etiquetarlo.
No obstante, muchas veces me pregunto si será posible en nuestra sociedad romper con los estereotipos o etiquetas dada la peculiar circunstancia de que hay tantas. Que si eres PNP o PPD, o tal vez eres Católico o protestante, o a lo mejor eres negro o blanco, o de repente eres pobre o rico, y si eres un músico de una banda de rock o un banquero de Wall Street. es increíble la cantidad de etiquetas que nos hemos encargado de pegar en los demás seres humanos, todas y cada una de ellas con el propósito de juzgar, con el propósito de entender las consecuencias de sus actos o de entender su manera de pensar y ver al mundo.
Cuantas veces nos encontramos viendo las noticias en la televisión observando que un millonario es acusado de matar a su esposa y nos preguntamos, ¿ pero si es millonario ? como si las personas millonarias fueran incapaces de cometer homicidio. O por el contrario nos encontramos a un viejo amigo que nos atiende en la oficina del medico y pensamos, coño pero este tipo era un tecato. Como si las personas no pudieran cambiar y superarse.
No hay duda que si tuviéramos la oportunidad de despegar esas etiquetas de nuestra mente entonces tendríamos la oportunidad de ver por entero a las personas tendríamos la oportunidad de ver solo rostros viviendo en el mismo mundo que vivimos nosotros. Nos tomaríamos la oportunidad de tener toda la información posible antes de pasar juicio sobre alguna persona o situación. Tomaríamos mejores decisiones y no tan solo tomaríamos mejores decisiones si no comenzaríamos a tener mayor conciencia de los problemas y circunstancias que afectan a los demás, antes de poner o tomar en consideración nuestra propia circunstancia.
Imagínate si quitáramos por ejemplo las etiquetas en la papeleta de votación en las elecciones. Las personas tendrían por obligación que mirar los rostros y pasar revista de ese candidato y pensar entonces que proyectos o ideas a llevado a su comunidad, que problemas ha resuelto. O que tal si de repente eliminamos la etiqueta de la religión y comenzamos a mirar a los individuos solo como seres espirituales, que solo buscan el bien común.
Me imagino que algunos ( digo, si alguien lee esto ) pensaran que es imposible hacer esto de eliminar las etiquetas. Que en millones de años estas etiquetas nos han ayudado a diferenciar el bien del mal, de lo bueno y lo malo, de lo dulce y de lo amargo. Pero también hay que reconocer que las mismas nos han llevado a cometer los errores más grandes en la historia, desde las cruzadas hasta el holocausto, desde la segregación y el genocidio hasta el suicidio.
Por otro lado eliminando etiquetas nos ha llevado a los mayores aciertos, El hombre en la luna, el descubrimiento del nuevo mundo, la primera operación de corazón, medalla de plata en unas olimpiadas, un astronauta en en la Estación Espacial Internacional.
Sera muy difícil, pero creo que es un buen comienzo.
Osvaldo Villafañe