Salta, guadaña salta,
que de un golpe todo lo ciegas,
mejor no pensar en esas friegas
para no caer en una falta.
Quizá los años han pasado,
no lo sé, pues no lo siento,
son las arrugas traicioneras en el viento
que hacen a mi cuerpo aun más osado.
Canta corazón de sueño con el barullo,
ya que siempre pasa,
ya que en el murmullo
se silencia la guadaña que todo arrasa.
Ríe corazón de agua
pues tu movimiento
corre con la juventud de siempre.
Llora hoy con el entusiasmo
y mañana en el firmamento.