Cansada esta.
Lleva años caminando por prados, montañas senderos, rutas y veredas.
Ha tomado barcos, aviones y trenes.
Todos para conducirla a un buen destino.
No hay en ella ningun remordimiento o ni arrepentimiento pero
Ha llegado el momento de detenerse.
Mira a su alrrededor y quiere detener el tiempo.
Se mira al espejo y pregunta:
Quien es la imagen que se refleja ante mi?
Ojeras, tintura en el cabello para tapar una que otra cana que vino sin que las llamara,
Ojos grandes de cacao y labios sedientos de besos.
Un cuerpo de guitarra con melodías calladas y manos pequeñas llenas de caricias.
La respuesta no tarda en llegar, esa es ella.
Uno de los tantos “yo” que posee.
Algunos más destacados que otros pero un “yo” al fin.
Hay un hombre en su vida que la ama con locura, en su forma muy particular.
Tiene hijos que son su sol, su arcoíris en los días nublados, son todo para ella.
Y sin embargo,
Perdida esta en el laberinto de la vida.
Su voz es silencio a los oídos que la rodean, quiere hacerse escuchar y
Aunque ya es agudo su grito, nadie lo siente.
Ahí está, atrapada en su rutina y se
Anhela a ella misma…
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