Una tarde que sopló el viento
Y que de algún lado llegó
una chispa de algún árbol
que ardía a la distancia.
Era una combinación de humedad,
sol, viento y fuego
-un bosquecito perdido-
carbones sobre la hierba húmeda
Y el viento soplando
como aquél que de las brazas quiere fuego.
Su hábitat eran los pinos
… las sombras de los árboles
Y la presencia invisible del bosque
-totalmente desierta-
Debía estar despierta, a todo lo que sucedía
dentro de su mente
porque pareciese dormía
a las cosas que le iban sucediendo
como queriendo matar la vida
para poder vivir.
-A veces lo que vemos no es lo que parece-
Sencillamente su actitud interior
¡distraía!
porque en su exterior transmitía
por más dramática que fuese su vida
su paisaje, su esencia
era doblegarse …