Abandonada,solitaria y olvidada
la roca,la roca murmurò
y nadie la escucho
algo empezò a latir en su interior;
en ese desolado desierto que es su hogar
muchas personas derramaron su tristeza y desconsuelo
y ella fue mudo testigo
de lo que le dejaron al irse,
y cada vez que eso sucedìa
la roca iba modificàndo su aspecto
casi imperseptible
que nadie se daba cuenta
al pasar por allì,
y asì paso mucho tiempo
sin que nadie se dierà cuenta
de esa sutil tranasformaciòn
hasta que un dìa
cuando ya nadie se aparecìa
y la roca parecìa perder toda esperanza
apareciste tù
tù que atravesabas ese desolado lugar
de una forma
que ninguna otra persona lo habìa hecho:
reìas y cantabas con alegrìa
y cuando te detuviste
para contemplar lo que te rodeaba
y de entre todas las rocas que allì habìa
te detuviste en una
que era difernte a las demàs,
una roca con forma de corazòn
que empezò a hablarte
sin que te dijera ninguna palabra
sobre ese amor que llevabas en tu corazòn,
que cuando lo cojiste en tu mano
para saber de que se trataba
la roca se hizo carne viva
y empezò a latir entre tus manos,
y desde ese momento la vida
`se le abriò en toda su plenitud
y entre tus manos encontrò su destino final,
ahora
dèjame confesarte una cosa:
esa roca...fuì yo.