Llora mi alma y recuerdo tu partida
Entristece hasta enjugarme los ojos
Me desbordan las corrientes de llanto
Envuelven en cardos y espinos mis senderos.
Llora mi alma y el sol centinela mis angustias
Me derrite condensado en la desesperación;
Agitan mis clamores impacientes
Con un suspiro he anhelado tus pasiones.
Llora mi alma y las estrellas opacan
Esconden su resplandor de mi presencia
Alienta mis tristezas y satisfacen mi dolor
Y se aleja de mi piel su frio abrazador.
Llora mi alma y las abejas embriagan
Con cada néctar amargo de girasoles;
Girasoles que ya no acaricias en las mañanas
Ni regalas besos en cada pétalo de la flor.
Llora mi alma y las aves rehúsan volar
No alzan el vuelo en el firmamento
Las colinas deslumbran la vegetación,
Mi sangre se congela y desvanecen mis venas
Los pasos brotan raíces en la soledad.
¿Hasta cuándo lloraras en la demencia?
¿Cuándo dejaras de agitar el universo?
¿Hasta cuando consumirás mi sangre en hielo?
¿Cuándo regresaran las clamas de las angustias?
En los días que descanse la paz de tu regreso,
En las noches que me llenes de tus sueños
Y que nunca tu ausencia dormite en mis regazos.