Tula

Tú, el clavo y la canela


Sé que no hueles a clavo

y tampoco eres Gabriela,

mas cuando te veo desnuda

hay en tu piel el color

tentador de la canela,

ese que invita a mis labios

a beberte toda entera,

el que hace arder mis sentidos

el que la razón me altera.

Es tú color, es tu aroma

que no es a clavo, lo sé,

que tampoco eres Gabriela

mas se adhiere a mis entrañas

cual frondosa enredadera

y es a ti a quien siempre veo

en el aire y en las nubes,

en la luz de la mañana,

en el ruido, en el silencio,

eres como una montaña

de deseos y pensamientos,

ya lo sé, no eres Gabriela

mas como a ella te veo.

Eres única mujer,

única en el sentimiento

en tus besos y palabras,

en la expresión de tu cuerpo,

naciste para ser musa,

en las ideas, en el sexo,

para despertar pasiones

que se las quede el recuerdo

entre páginas de un libro

o en estos sencillos versos.

 

                                               15/07/2013