(Managua, 23 de Mayo 1996)
Una despedida es el final de una vida, y
es el comienzo de otra.
Una despedida es morir cada día.
Es marchitarse y volverse a marchitar.
Una despedida es sentir en el pecho una flecha
y el corazón a punto de estallar.
Es ver salir de los ojos las lágrimas,
y secarlas con un beso.
Es dar el último beso, el último abrazo.
Es hacer el amor por última vez.
Es quererse morir con los cuerpos entrelazados.
Una despedida es querer alargar los últimos minutos.
Es tomarse de la mano y no quererse soltar.
Es correr detrás del autobús, del tren…donde se marcha ella.
Es seguir el avión con la mirada y ver su rostro en la ventanilla.
Es sentir su mirada que con dolor te dice adiós.