******************************************************
Ese día cuando la luz del día llegaba,
el embrujo de tu mirada ya me pertenecía,
nadie como yo sabe cómo me encontraba,
mis venas hervían de saberte en mí todavía.
Mi yo, te pensaba… te sentía… te añoraba…
Ese día, en mi mundo sólo estabas tú,
invadiste mi sentir y mi piel se expresaba,
impaciente ella, te reclamaba con prontitud.
Ese día, me sentía atrevida y peligrosa,
como nunca antes, estaba irreconocible,
diría que en sueños fui tu flor hermosa
y al despertar todo era perceptible.
Ese día yo era otra pero me encantaba,
sí, la picardía en mí tenía tu fragancia,
aunque sabía que era el suelo el que pisaba,
sobre las nubes te traía desde la distancia.
Y ese día quise escribirte, eso me tentaba…
y segura estoy que si lo hubiese hecho,
con mi mensaje una caricia te daba
y quién sabe… un mágico alba en un cómplice lecho.
Porque ese día no hubiese resistido
el encuentro con tus apetitosos encantos,
pues todo lo veía en mí permitido,
no quería detenerme ni por un tanto.
Un día en que fui otra… sí, fue ese día…
con una flor ahí, hermosamente tentadora,
con el ímpetu carnal que madrugando ardía,
supe y quise estar… y tú, en un aquí o ahora.
Hija del Sol
Julio, 2013
******************************************************