yolanda loredo

Esfinge

Esfinge, divino claustro, cuál vida será la tuya

Donde yo me encuentre, donde tú me esperes?

Cuál tiempo y espacio será el tuyo donde feliz te encuentres.

Donde tú, luciérnaga nocturna, vueles y tu libre vuelo

sea la luz que a la  aurora encienda, luz mágica,

impregnada de promesas de amor, de paraísos construidos sólo para ti.

 

Esfinge divina, rodeada de crueles ataduras, abre ya tus ojos,

tu tiempo, al fin,  ha llegado, invádenos con tu hermosa sonrisa,

prenda todo huerto que se ofrezca a ti,  es hora de sembrar con tu presencia.

 

Esfinge enclaustrada, labrada a contratiempo, con la sombra de la vida que aún no has vivido,

apuntalada como trofeo de quien no lo merecía, tu hoguera no menguo, pasó el tiempo y aún das calor.

Lleva tu perenne flama y acaba con el  invierno cruel que lastima a quién está anhelando por ti.

 

Esfinge, ave del paraíso, llénate de vida, deja ya tu estéril respiro, vuela a lo alto,

A esa cima hasta donde te lleva el sueño anhelado, el sueño donde corceles blancos

te llevan victorioso, sintiendo que vives, respiras, vibras, suspiras y tal vez

En algún desierto obscuro, en algún mar profundo, en algún panteón olvidado

Me llegue la estela de tu feliz movimiento.