Sábado por la mañana.
El sol se refleja en mi ventana.
Mis ojos todavía cerrados están .
Mi mente vaga entre el sueño y la realidad.
En un momento,
siento un cálido beso en mi mejilla
acompañado de una suave caricia .
Frente a mi esta mi niña
con su mirada angelical
diciendo su buenos días.
Amo sus besos por las mañanas,
o en cualquier momento del día.
Su inocencia y su ternura
invaden mi corazón.
Como se puede estar tan callada
Y decir tanto con una mirada?
© Reservados todos los derechos de autor conforme a la ley vigente