Pidiendo a Dios bendiga nuestro amor,
le dije; -por piedad, dolor suprime,
¡no es justo que un corazón se lastime!
y dijo: -El dolor te hará mejor.
Es vendaje al amar el fiel dolor,
haciendo que cada uno se examine,
verán que no hay precio que se estime,
suficiente, al amor en su valor.
-Estoy enamorado, lo confieso,
si tengo que llorar, si es un proceso,
con cada lágrima la herida sella.
Fue corta la plática entre los dos,
Y desde aquel momento con mi Dios
me paso día y noche hablando de ella.