Hoy necesito pasear
por el valle de tu cuerpo,
para sentir muy adentro,
de mi alma solitaria,
que estoy flotando muy suave,
sin alas que me sostengan.
También me siento ligera,
como una mariposa,
que vuela, vuela y se posa,
para disfrutar del valle.
Así, como ella, disfruto,
¡como jamás disfruté!
Y después de ese paseo
agradable y delicioso
yo me quedo muy feliz;
y me siento muy segura
porque ese valle es ternura,
¡que tú guardas para mí!
Vero
01.01.13