Hola papà, dice el hijo,
dèjame darte un abrazo,
no dice el padre,
eso es cosa de mujeres;
es que acaso no me quieres;
si te quiero, pero abrazarce
es cosa de mujeres.
Y yo que cuento la historia
siento en mi corazòn un aguijonazo,
me convierto en el padre y lo abrazo
adicionando un beso
con feliz euforia.