nestorriveracastillo

Destrucción inminente

La vida fluye 

como la corriente de un río, 

no hay vuelta atrás 

y nos llega un destino fatal.


En la mañana caen gotas de rocio 

pero la indiferencia del humano ante esto, 

solo lo hace ser frio.


¿Cuando fue que a las personas idolatramos 

y a nuestra madre naturaleza dejamos de lado?


Sus colores, texturas y bellezas 

son las que nos sacan de la simpleza.


Aunque la vida nos den las plantas

las destruimos con un aire de superioridad,

matandonos poco a poco

y llenandonos de maldad.


El día que el ser humano comprenda 

lo que al destruir esta belleza provoca, 

será demasiado tarde 

pues la muerte al planeta también toca.