Hoy no estoy para nadie, es un mal día.
Si preguntan por mi, dile que no estoy.
Que hoy mi amiga del alma, mi alegría
ha dejado en silencio, vida mía,
sin tan siguiera decir por fin me voy.
Que hoy mi alma se inunda en la tristeza
porque a mi más fiel amiga yo perdí.
No consigo entender tanta vileza,
ni siquiera meterme en la cabeza
que nunca ya ha de estar más junto a mi.
Hoy no estoy para nadie. Mi amargura
de pena embriaga mi debil corazón.
Compañero del alma, compañero,
por última vez repito hoy te quiero
y las lágrimas me asaltan de emoción.
¡Tantas vivencias llenas de ternura!,
¡tantos momentos de algazara e ilusión!
Fue tanto el disfrutar de tu presencia
que hoy ya más conscientes de tu ausencia
sólo nos queda rezarte una oración.
©donaciano bueno