¿Que te queda tan difícil?
Entra en mi taller, y si lo deseas a punta de sierra
y a tu gusto, cortas de la forma que quieras las horas
para que con los minutos empieces
a formar una nueva ilusión.
Luego, y con el material dispuesto, has los trazos,
toma las medidas exactas para no equivocarte,
después de pulir y cepillar el ahora, enrólate
en el maravilloso mundo de construir
una esperanza que te lleve a la alegría.
Toma el martillo de mi mano, y con tesón, clava
con mucho cuidado de no lastimar el momento
y pon el el sitio justo cada frase para no
traumatizar el sueño.
Vé cortando los trozos que sobran,
los que en un momento dado puedan
llegar a estorbar o no vayan incluídos
en ese inmueble que estás armando,
y si llegado el final ves todo como quieres,
lácalo, masíllalo o píntalo de realidad
con los colores que más te guste para que
podamos estar en esa obra de artearquitectada
por tu imaginación y construída en el taller
de mi vida.