En tu mirada prevalece,
el encanto de engañar,
el sentimiento.
Encontré la cura para ese anhelo,
es el no pensarte.
Te siento en los huesos,
te intensificas en las venas del cuerpo.
ahí estan las flores anaranjadas...
Casi muero con mi silencio,
y la respiración se consumió,
dentro del adiós,
que pronunciaron tus labios.
Mate cada lagrima con mi aliento,
viví con gotas la alegría de extrañarte,
y en todo el aspirar del aíre,
reencarne el misterio de tus ojos oscuros.
Me basto con probar tus labios,
y tocar con las manos una dulce mentira,
de tus propias palabras.
Ahí están las flores anaranjadas...
Hicieron que enloqueciera,
Y me bañe del átomo,
que contiene su cuerpo,
Para que la lluvia evitara,
no ser derramada,
en sus manos,
y alejarse es pasar del tiempo.
En memoria a las imágenes,
que se guardan en el motor de pecho,
y aquella máquina que abarco tu cuerpo entero.
Si me pierdo vuelvo a encontrarme,
Creí en mi ignorancia,
Jugar con las palabras,
Así volverme eterna en tus recuerdos,
Persistir que puedo encontrar algo más de lo que fuiste.
Ahí están las flores anaranjadas...
Gama de Luz.
29 de mayo de 2013.