Cuántas veces pensé dejar de existir,
excluirme de este mundo
cruel y egoísta...
Dejar de existir... eliminarme...
cómo he podido siquiera pensarlo...
Ha sido mi cobardía de soportar
las injusticias, los sufrimientos...
las adversidades de esta vida...
dejar de existir...
cómo no tener la valentía
de afrontar las realidades
de mi diario vivir...
No he de ser el único...
pero no quiero asemejarme
a las negativas de otros...
Seres que llegan al suicidio...
Conozco casos personales y reales...
los que me han llevado a una
profunda aflicción y depresión anímica.
Personas que tienen problemas económicos,
de trabajo, de pobreza, de convivencia,
de amor, de salud, de soledad...
De soledad...
¡Cuántos seres con el mismo problema!
La soledad...
Ella es uno de mis enemigos...
la soledad... vivir en nuestro corazón,
en el mío, la ausencia de tu amor...
Oscuras noches sin tu presencia,
sin tu cuerpo junto al mío...
Hagamos las paces, amor...
¡tan solo me siento!...
que varias veces he intentado eliminarme...
Dejar de vivir...
Ni yo mismo puedo creer
que haya tenido este pensamiento...
tan nefasto, tan increíble en mí,
que he amado la vida desde
el primer momento que abrí mis ojos
al llegar a este mundo...
complicado mundo, que nosotros los terrestres
cada vez más complicado lo hacemos...
¡Cuántas veces pensé dejar de existir!...
Loco pensamiento, momento de locura cerebral...
o de mi alma triste y solitaria...
Ayúdame tú a ahuyentar esta demente idea...
Niñez y adolescencia feliz...
y ahora, en mi adultez, pensar esta loca idea...
Ayúdame tú, con tan solo unas palabras...
ellas me han de dar la gran fortaleza
de sacarme de este pozo...
de negros pensamientos... absurdos...
No es tu responsabilidad,
sólo mía es...
pero, necesito de ti...
aunque sólo, tendré que adaptarme
a la idea que sabré sobrellevar
mi presencia en este cruel mundo.
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 29/07/2013)