María

Miscelánea


Me dijiste a diez centímetros que ya no me querías, y me morí de muerte cercana.

 

Renuente a lo eterno. Enemiga de lo efímero. Todo lo complico. Y yo no me entraño.

 

Quiero contarte mi presente. El futuro, como decís, podríamos diseñarlo juntos. Al pasado no regreso. Si desearas conocerlo deberías bucear en mil versos…

 

Insistía en abrazarte, aún no me habías explicado que era demasiado tarde.

 

Sueño. Ni invoco. Apenas son nombres que asoman.

 

Quiero una margarita colorada, la cuidaré sin preguntas banales.
 

La hembra le come la cabeza al insecto tras la copulación. El escorpión mata a la rana.  El erudito sentenció que la esencia nunca cambia.