Me descubrí intentando buscar sentido a algo, como si estuviésemos en la vida por algo,
como si fuésemos más que un animal que supo matar muy bien.
Que hoy mata por
un sentido. Y aparenta como que casi lo encuentra.
Que se regocija en fertilizantes para ser el árbol más alto que da sombra
a todo lo demás.
Nos atragantamos con sentidos. Buscamos aplausos y no nos importa dejar manca el alma.
Morimos sin haber muerto.
Nos matamos muy bien.
Por éso estamos aquí.
Y es tan triste.
Tan triste que me pesa la piel.