Entre las nubes estuve
y no te encontré,
busqué afanosa,
intenté percibir tu aroma,
más no conseguí impregnarme de ti.
¿A donde te has ido?
Quizás otros ojos
me han robado tu mirada,
quizás otros labios
han probado la miel de tus besos,
quizás tus manos
ya acaricien otro cuerpo.
Estuve bajo tu mismo cielo,
observé tu Luna,
me deleité mirándola
y en mis noches inquietas
me dió consuelo y abrigo.
Pero... tú no estabas.
Hoy tan solo aspiro
a ser un dulce recuerdo
por si algún día,
te asalta la tristeza
y la nostalgia del pasado,
pueda yo aliviar tu pena.
Porque un amor verdadero no muere,
tan solo espera a que su alma gemela regrese...