Teresa Ema Suárez

La soñada entrega.

La soñada entrega.

 

 

No sentiste al viento que rozo tu cara?,

fue un suave beso, le pedí te entregara.

Asustada y huidiza mi boca temblorosa,

quería sentirte pero no se animaba.

 

Soñé con tus caricias muy dentro de mi alma.

Me llene de suspiros, de palabras mimadas

y cada milímetro de mi al recordarte

se encendía como braza que quemaba.

 

Te arrulle entre mi piel suave y perfumada,

para que tus sentidos todos despertaran

y así ser como el agua que se filtra muy mansa,

por todos los rincones , a todo llega y no daña nada.

 

Fue exquisito el momento que me sentí postrada,

ante un verbo que hacia mucho, yo no conjugaba,

porque el alma dormía muy solemne en mi pecho

y no podía despertar aun con nada.

 

Todo se fundió en un momento,

fue mi todo y mi nada, fue la dulce inocencia

de entregarme ,a un sueño divino...

sin pensar en despertar mañana.

 

 

Teresa Suárez.

20/07/13

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