Pedro Perez Vargas

No quita el sueño el dolor ajeno

No quita el sueño el dolor ajeno,
Cuando el dolor es del desvalido,
Quien vive en éste mundo afligido
Por ser dueño de todo, cuando nada bueno
 
A diario veo ante mí un vagabundo
Quien ha hecho del cielo su techo,
Postrado sobre el piso, que es su lecho,
En cada noche fría de éste mundo.
 
No quita el sueño el dolor del enfermo,
Quien yace postrado esperando la muerte,
Pidiendo a cada minuto, a Dios la suerte
De dejarlo morir para escapar de su infierno.
 
He Visto ante mí un niño casi desnudo
Con el hambre dibujada en su faz,
Quien pregona en éste mundo por la paz,
Mientras es víctima de la injusticia, a menudo.
 
Un anciano que ante mi va cabizbajo
Con sus pasos cansados y doloridos,
En lo que parece ser su último recorrido,
A cuya soledad, la enfermedad se ha sumado.
 
No quita el sueño el dolor ajeno
El llanto corresponde a quien padece,
Quien con dolor ha de pagar con creces
por llevar alojado el sufrimiento en su seno